Dividen caravanas… pero continúan
“Lo que se necesita es que se les atienda, que se cumpla la ley, y que el Instituto Nacional de Migración esté vigilado, por la CNDH, por organismos internacionales, por Conapred, que ya no actúe con abuso de poder”.
Cd. de México (06 septiembre 2021)
Las caravanas en la frontera sur se reagrupan pese a los operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) y de la Guardia Nacional (GN).
Ayer, en el operativo federal que se prolongó por más de ocho horas en Huixtla, Chiapas, fueron detenidos algunos migrantes pero otros se disgregaron por el río, calles aledañas y hasta casas.
“Es evidente que la gente que viene huyendo para salvar su vida está decidida a todo; no es un asunto de disuasión, estos operativos lo único que van a hacer es obligar a la gente a que se esconda, a que busque rutas más peligrosas”, consideró Ana Saiz, directora de Sin Fronteras.
Recordó que las caravanas no vienen de Honduras, sino que se formaron por gente que lleva meses esperando en Chiapas.
“No les va a funcionar ni los golpes, es una medida que no funciona”, auguró.
“Lo que se necesita es que se les atienda, que se cumpla la ley, y que el Instituto Nacional de Migración esté vigilado, por la CNDH, por organismos internacionales, por Conapred, que ya no actúe con abuso de poder”.
Ayer, el despliegue de los agentes migratorios y elementos de la GN con equipo antimotín inició en la oscuridad, antes de las 5:00 horas, cuando la mayoría de los extranjeros aún dormía.
Primero se detuvo a los madrugadores que ya se alistaban para continuar su camino hacia Escuintla. Después rodearon el domo de usos múltiples de Huixtla, donde unas 600 personas pasaron la noche.
Cuando se percataron del operativo, los integrantes de la caravana comenzaron a dispersarse, aunque varios fueron detenidos en el lugar.
El Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano documentó que durante las detenciones, niños, niñas y adolescentes son separados de sus madres.
Un grupo de migrantes intentó reagruparse en las vías del tren y otros avanzaron por caminos rurales, mientras que varias personas resultaron heridas o se escondieron, incluso en iglesias de Huixtla.
Hasta las 13:00 horas había detenciones en Huixtla y camionetas del INM iban y venían desde Tapachula.
“Jamás existirá una fuerza de seguridad o militar para contener a millones de personas empobrecidas en nuestra región”, dijo Sandybell Reyes, de Voces mesoamericanas.
De domingo a domingo, INM y GN cumplieron una semana de operativos para impedir que migrantes salgan de Chiapas, pero no han informado qué procedimiento siguen con los detenidos.
Desde el sábado 28 de agosto, cuando partió de Tapachula el primer contingente, hasta ayer, cuando fue disuelta la cuarta caravana, los operativos se han caracterizado por la violencia contra migrantes cansados y en compañía de menores de edad.
La opacidad también ha marcado a los operativos de la última semana, pues no se tiene certeza de qué procedimiento enfrentan los migrantes detenidos, muchos de ellos con solicitudes de refugio vigentes.
Brenda Ochoa, directora del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, dijo que sospechan que los están deportando.
Ente enero y agosto, 77 mil 559 personas habían pedido asilo a México, y en Tapachula se concentra el 70 por ciento de los procedimientos, es decir unos 54 mil 300 en lo que va del año.